jueves, 8 de noviembre de 2012

ESCUCHANDO Y ANALIZANDO...


Últimamente no puedo decir que haya estado disfrutando plenamente de correr y realmente no acababa de comprender el porqué. Quizás me hacía falta un flash, un aviso…algo que me hiciera reaccionar y replantear cual es mi senda. Realmente correr se ha convertido en una necesidad básica para mí como lo es comer o dormir…y cuando digo correr no me refiero a buscar un resultado, una competición o una marca. Sino a hacerlo una rutina como aquel que acostumbra a tomar café a las 3 mientras lee el periódico o tiene por hábito llamar a su madre a las 5 de la mañana o salir los domingos a tomar unos vinos. Necesito saber que voy a disponer de mi GPS lleno de batería, que voy a tener mis zapatillas al menos secas y que siempre habrá un cortavientos dispuesto evitar cualquier escusa con algún tipo de inclemencia meteorológica. Puedo prescindir de quedar con los amigos, de decir no a un “gran” acontecimiento como una boda, vivir sin internet (aunque haya personas que no lo crean) o incluso, aunque me duela decirlo, olvidar un poco a la familia. Pero no de la rutina que implica correr. Quizás sea egoísta, creo que inmaduro también y mi cabeza no esté muy amueblada… pero sé que corriendo he logrado tener un dominio de mi cuerpo tan grande que consigo encontrar felicidad donde otros ven miedos o tristeza. Corriendo confío en mi mismo, no tengo dudas y no me importan las consecuencias de mis actos porque sé que son los adecuados. Hay entrenamientos que me ha transmitido emociones que me gustaría que algún día se pudieran medir o cuantificar. Creo que a todo esto mi entrenador le llama Satori.
                A veces, inconsciente de mí, intentas hacer ver lo que sientes corriendo a otras personas. Y es que el gran problema es que no se puede ver lo que se siente sino sentir lo que se siente. Para poder entender ese estado de felicidad hay que sentirlo. Puede que haya gente que lo consiga con la música, con su familia, quedando con los amigos… no lo se, yo sé que lo alcanzo corriendo, acompañado o sólo, pero corriendo. Hay veces que la tentación de salirse del camino puede ser grande, la sociedad en la que vivimos nos dicta desde pequeños un guion que debemos seguir, nos introducen en una espiral de la que es muy difícil escapar. Estudiar, trabajar y obedecer. Seguir al rebaño, lo que hace todo el mundo es lo correcto, lo que piensa todo el mundo es lo que hay que pensar. Incluso nos imponen la forma en la que tenemos que divertirnos. Nos generan o más bien nos generamos necesidades innecesarias que cuando no disponemos de ellas nos sentimos mal. No voy a decir que no he tenido caprichos innecesarios o sea esclavo de las diversiones oficiales de esta sociedad, exuberantes navidades, y es que como dice Melendi, “la navidad la ha inventado el Corte Inglés”… pero he podido comparar las sensaciones que me aportan estos placeres convencionales y fáciles de asimilar con lo que me aporta correr y creo que me quedo con lo segundo. Se me ponen los pelos de punta cuando me acuerdo de mi primera Travesera, de los momentos tan intensos vividos este invierno en el Anillo del Vindio, ver como se le escapaban las lagrimas a mi abuelo en a las 11 de la noche en la plaza de Chamonix tras 15h disfrutando bajo la lluvia o el abrazo con María… todas esas emociones, esas sensaciones las he alcanzado corriendo y sé que son las que me más me gustan y también las que más me han hecho crecer. Perdón por este tostón que he escrito pero necesitaba expresarlo de alguna forma.
                Y hablando de todo un poco, el domingo disputé los 10km BBVA de Madrid. La verdad es que no iba con ninguna intención más allá de encontrar buenas sensaciones compitiendo y es que el ajetreo en el que me he visto envuelto últimamente no me ha permitido llevar la rutina de entrenamientos que tan importante es para que las cosas salgan bien. He entrenado bien, pero por las mañanas cuando me levantaba no sabía cual sería mi hora de entrenar y esto genera un poco de ansiedad. Aun así estoy contento con lo conseguido, sensación de piernas ligeras en una carrera que se hizo muy dura debido a las condiciones que el cielo Madrileño nos brindo. En cuanto a los números, 34’08” y un 3º de la general. Poco seguiremos buscando asentar rutina y orden de entrenamientos puesto que es una pieza muy importante para poder sacar resultados.

                Nos vemos en las montañas. 

3 comentarios:

  1. Tu análisis, pienso que para nada es egoísta y mucho menos inmaduro. Es todo lo contrario, eres de las personas que más transmites y que te mueves por SENSACIONES. Sobre todo disfrutas haciendo lo que haces independientemente de los resultados. Es un placer conocer a gente como tu, que disfrutan de la esencia del deporte, del correr y de la montaña.
    Aunque lo que más atrae de tus lineas, es la capacidad de análisis que tienes con tu edad. Eres un crack más allá de tus resultados.
    Recibe un saludo muy grande y créeme que te entiendo perfectamente.
    Pd: Salgamos de esta sociedad encorsetada y seamos libres de pensamiento y actuación.
    Un abrazo, Javi.

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  2. Gracias por tus palabras Javi, espero que poco a poco mi querido entrenador me vaya mandando más montaña y así poder hacer de Villafeide mi "pequeño" parque de atracciones y ya sabes, estas invitado a un viaje a nuestro Corr... perdón Polvoredo jejeje. Un abrazo.

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  3. Ya moveré los hilos necesarios para que te hagan hijo predilecto de Villalfeide. Te lo tienes ganado con creces, además buscaremos una parcelita para que hagas tu rincón y también para el Fabia, una minicochera para que no le caigan muchas heladas al pobre mientras desgastas las zapas por ahí arriba.
    PD: Nos vemos en la cima del Polvoreda.
    Un abrazo.
    Javi

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