domingo, 25 de noviembre de 2012

Dragomán 2012


Por segundo año consecutivo he vuelto a desafiar al dragón y a sus duras rampas. Hoy nos hemos calzado las asfalteras para disputar la Dragoman 2012 in extremis, y es que el miércoles la famosa gastroenteritis de la Bañeza agarró a mi novia y obviamente yo fui contagiado. El jueves hizo acto de presencia la susodicha en el entrenamiento de la Portilla. Pero hoy en mi visita al baño previa salida de carrera parecía todo más o menos controlado jejeje. 
Nada más llegar a Villafranca veo el percal con el que me voy a encontrar hoy… Dani Lazo, Itamar, Alex, Merillas, Silván… ufff, menudo ritmo que se va a poner. Calentando tengo buenas sensaciones y el ambiente es inmejorable, me encuentro con mucha gente que por desgracio solo veo en este tipo de eventos.
De salida, Itamar saca a relucir su calidad y enseguida estira el grupo. Me veo con fuerzas y muy suelto en el llano asique decido seguir con los primeros. 3.07, 3.13 y 3.02… se acabó el llano y empieza la fiesta… pero para mi llegan los problemas, no encuentro buenas sensaciones y rápidamente se marchan Jorge e Itamar en solitario para arriba. Yo intento en balde seguir con Merillas, Silván y Alex. Hoy no es el día y las piernas empiezan a cantar cuando aún me faltan 4km de dura subida. Marcheta cómodo y a intentar buscar sensaciones buenas que nunca llegan a aparecer. Al final 8º en meta y contento por haber luchado contra los demonios que aparecieron en las rampas de Dragonte, seguro que vuelven a aparecer en competiciones más importantes y habrá que estar preparado para derrotarlos.
Me gustaría destacar la bajada que hice con al que considero uno de los llamados a ser el futuro o mejor dicho presente de las Carreras por Montaña en España, Manuel Merillas. Desde aquí quiero felicitarle por el temporadón que ha hecho destacando por ejemplo (su currículum da mucho de si) su victoria en Canfranc  y rematando el año en Cavalls, en donde finalizó 4º contra todo pronostico de la organización ya que a pesar de invitarle no le dieron dorsal privilegiado y tubo que pujar por “petate”. Aun así planto cara a los mejores especialistas mundiales. Creo que las instituciones locales deberían tener un pequeño detalle (y no me refiero al tema económico, sino a preocuparse y enterarse de sus logros tan meritorios como los de otros deportistas) con este paisano de Valseco ya que lo que está haciendo es de admirar ¡Enhorabuena!. Este año espero que todo nos salga bien ;).
Nos vemos en las montañas.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Cambio de aires

Han ido pasando las semanas como que no quiere la cosa y precisamente ha llegado la última de las "aburridas". El miércoles espero que sea el último día que utilizo el bañador como instrumento para entrenar, han sido 8 semanas en las que la natación y bicicleta tenían el protagonismo de los entrenamientos pero a partir de la que viene, mis queridas zapatillas se tienen que ir desperezando ya que les toca trabajar. 

Por fin he logrado asentar una rutina y los horarios para entrenar son fijos lo que mi cuerpo lo ha agradecido al estar preparado para el esfuerzo en un determinado momento del día. En cuanto al terreno de juego, la sierra de Herreros ha sustituido a mi querida Candamia (no te olvidaré y espero que pronto volvamos...) y la carretera a Castrocontrigo desde la Bañeza mis carriles bici. Lo negativo es que me he tenido que adaptar a circuitos nuevos que a veces tan difícil nos resulta a los corredores y lo positivo es que esos circuitos son más propicios para dar el salto definitivo a las carreras por montaña. Puedo acumular desniveles mucho más fuertes que en la Candamia y tengo subidas más largas y tendidas para correr, muy necesarias para las mejoras necesarias que habrá que incluir de cara estar fuertes en la Copa.

Por otro lado, este domingo voy a disputar la Dragoman, una carrera que me conquistó el año pasado y que sale de la localidad de Villafranca del Bierzo. No es muy larga, creo que no llega a los 9km, pero 6 de esos kilómetros son en continua subida y aunque no sean técnicos ya que es todo asfalto, se pueden hacer muy duros. Así que os animo a disfrutar de esta experiencia.

Nos vemos en las montañas.

jueves, 8 de noviembre de 2012

ESCUCHANDO Y ANALIZANDO...


Últimamente no puedo decir que haya estado disfrutando plenamente de correr y realmente no acababa de comprender el porqué. Quizás me hacía falta un flash, un aviso…algo que me hiciera reaccionar y replantear cual es mi senda. Realmente correr se ha convertido en una necesidad básica para mí como lo es comer o dormir…y cuando digo correr no me refiero a buscar un resultado, una competición o una marca. Sino a hacerlo una rutina como aquel que acostumbra a tomar café a las 3 mientras lee el periódico o tiene por hábito llamar a su madre a las 5 de la mañana o salir los domingos a tomar unos vinos. Necesito saber que voy a disponer de mi GPS lleno de batería, que voy a tener mis zapatillas al menos secas y que siempre habrá un cortavientos dispuesto evitar cualquier escusa con algún tipo de inclemencia meteorológica. Puedo prescindir de quedar con los amigos, de decir no a un “gran” acontecimiento como una boda, vivir sin internet (aunque haya personas que no lo crean) o incluso, aunque me duela decirlo, olvidar un poco a la familia. Pero no de la rutina que implica correr. Quizás sea egoísta, creo que inmaduro también y mi cabeza no esté muy amueblada… pero sé que corriendo he logrado tener un dominio de mi cuerpo tan grande que consigo encontrar felicidad donde otros ven miedos o tristeza. Corriendo confío en mi mismo, no tengo dudas y no me importan las consecuencias de mis actos porque sé que son los adecuados. Hay entrenamientos que me ha transmitido emociones que me gustaría que algún día se pudieran medir o cuantificar. Creo que a todo esto mi entrenador le llama Satori.
                A veces, inconsciente de mí, intentas hacer ver lo que sientes corriendo a otras personas. Y es que el gran problema es que no se puede ver lo que se siente sino sentir lo que se siente. Para poder entender ese estado de felicidad hay que sentirlo. Puede que haya gente que lo consiga con la música, con su familia, quedando con los amigos… no lo se, yo sé que lo alcanzo corriendo, acompañado o sólo, pero corriendo. Hay veces que la tentación de salirse del camino puede ser grande, la sociedad en la que vivimos nos dicta desde pequeños un guion que debemos seguir, nos introducen en una espiral de la que es muy difícil escapar. Estudiar, trabajar y obedecer. Seguir al rebaño, lo que hace todo el mundo es lo correcto, lo que piensa todo el mundo es lo que hay que pensar. Incluso nos imponen la forma en la que tenemos que divertirnos. Nos generan o más bien nos generamos necesidades innecesarias que cuando no disponemos de ellas nos sentimos mal. No voy a decir que no he tenido caprichos innecesarios o sea esclavo de las diversiones oficiales de esta sociedad, exuberantes navidades, y es que como dice Melendi, “la navidad la ha inventado el Corte Inglés”… pero he podido comparar las sensaciones que me aportan estos placeres convencionales y fáciles de asimilar con lo que me aporta correr y creo que me quedo con lo segundo. Se me ponen los pelos de punta cuando me acuerdo de mi primera Travesera, de los momentos tan intensos vividos este invierno en el Anillo del Vindio, ver como se le escapaban las lagrimas a mi abuelo en a las 11 de la noche en la plaza de Chamonix tras 15h disfrutando bajo la lluvia o el abrazo con María… todas esas emociones, esas sensaciones las he alcanzado corriendo y sé que son las que me más me gustan y también las que más me han hecho crecer. Perdón por este tostón que he escrito pero necesitaba expresarlo de alguna forma.
                Y hablando de todo un poco, el domingo disputé los 10km BBVA de Madrid. La verdad es que no iba con ninguna intención más allá de encontrar buenas sensaciones compitiendo y es que el ajetreo en el que me he visto envuelto últimamente no me ha permitido llevar la rutina de entrenamientos que tan importante es para que las cosas salgan bien. He entrenado bien, pero por las mañanas cuando me levantaba no sabía cual sería mi hora de entrenar y esto genera un poco de ansiedad. Aun así estoy contento con lo conseguido, sensación de piernas ligeras en una carrera que se hizo muy dura debido a las condiciones que el cielo Madrileño nos brindo. En cuanto a los números, 34’08” y un 3º de la general. Poco seguiremos buscando asentar rutina y orden de entrenamientos puesto que es una pieza muy importante para poder sacar resultados.

                Nos vemos en las montañas.