sábado, 12 de mayo de 2012

Campeonato de España de Carreras por Montaña


                He dejado pasar casi una semana para realizar una reflexión de mi primera participación en un Campeonato de España de Carreras por Montaña. El resultado numérico no ha sido nada bueno, pero a nivel mental he ganado y me ha hecho más fuerte. Muchos saben que estoy pasando un pequeño bache que no sólo ha alcanzado el nivel deportivo, sino también el personal. Cuando me llamarón de la selección pensé que quizás no era la mejor opción, llevaba unos cuantos días con problemas de ligamentos que no me dejaban correr y en la montaña no se puede probar uno, es un medio mucho más hostil que el asfalto y si algo falla, muchas veces no pueden entrar a por ti y tienes que intentar salir por tu propio pie. Aun así decidí correr e ir a dar lo mejor que tengo dentro, sin excusas ya no había lesiones ni nada que me pudiera frenar.




                El día que llego a Parada de Sil, lo primero que entra por lo ojos el nivel de los “pollos” que se juntan en un Campeonato de España. Esto me motiva y si hay algo que he aprendido es que nunca me creeré mejor que nadie pero tampoco peor. Soy de los que cree, más que un cura en el dinero, que nuestras limitaciones son fruto de nuestra mente. En carrera el dolor desaparece, la mente lo llega a evadir con la droga de la alta competición… y salgo sin miedo dispuesto a todo, aguardando a los acontecimientos pero preparado para dar un zarpazo a la más mínima oportunidad. El ritmo alto pero no me asusta, por suerte no tengo olvidado los fríos croses leoneses ni las velocidades de vértigo asfalteras. Primer desnivel importante del día, delante los Heras, Ortiz, Castanyer… y yo aguardando, subimos caminando y me encuentro fino, km8 y el cuerpo empieza a funcionar, empieza la bajada… y comienzan los problemas, la rodilla empieza a despertar y la mente no la controla. No puede cambiar bajando, y a pesar de que es bajada ya no puedo seguir al grupo, el dolor se hace protagonista y me tengo que resignar y bajar una marcha. La carrera se acabó… ¿o tal vez empiezo una nueva?.  Ahora tengo que decidir, si sigo o paro. Parar quizás sería lo fácil, lo más sano y más prudente. Pero hay algo dentro de mí que me lleva a luchar. Comienza una nueva carrera, contra mi mismo, tengo que dominarme y luchar. Sigo subiendo, la rodilla es una pelota  que me quiere frenar pero  yo no la dejo. Miro el reloj y km16, si todo está bien medido me pueden quedar otros 16-17km, con 1300m positivos. Me van pasando corredores, pero yo me centro en seguir, cuando la pierna se me agarrota, paro y estiro para continuar mi camino. Ya queda menos para coronar y pienso que los 7km de bajada se me harán más llevaderos, pero nada de eso, calambres y más dolor. Me siguen pasando corredores y yo sigo pasando kilómetros, estoy ganando, la retirada cada vez está más lejos. Km27, 6 a meta y última opción de abandonar, sigo, mi objetivo y mi victoria están próximos. Llego al último repecho que me conduce a meta y mi sorpresa es ver a Miguel Caballero andando, le pregunto que qué tal esta y me dice que bien, pero que tire que viene gente por detrás. El tío era el gran favorito, ha reventado, con diarrea y ha seguido. Llego a meta, he vencido, he ganado esta partida al dolor.

                Quizás no haya sido mi mejor carrera. El resultado discreto me había cegado en un principio, pero pasados los días descubres que he hecho una gran carrera y que me va ayudar en futuros ultras, ya que estaré más preparado para afrontar problemas que surjan en estos. Por otro lado quiero destacar la actitud de Miguel Caballero, para quitarse el sombrero. Llegando andando, reventado y detrás de las dos primeras mujeres pero con una sonrisa de oreja a oreja. Hablando con él el día anterior nos decía que el venía a ganar, sin más. Y al día siguiente, le sale una mala carrera y en lugar de retirarse, se resigna y acaba cerca del puesto 50º, enhorabuena por tu saber estar y tu actitud de gran campeón.

Un saludo

2 comentarios:

  1. Cuando vi la clasificación me pareció que hiciste un resultado más que aceptable. Ahora, tras leer tu crónica, pienso que fue un verdadero carrerón. Enhorabuena y que te recuperes pronto.

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  2. En todas las carreras se aprende algo, y lo que has aprendido en ésta creo que no lo aprenderías ni en los entrenos: la capacidad de sufrimiento, y sobre todo la casta y el pundonor es algo que se aprende en días como estos.

    Enhorabuena :)

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