Tras mi ultima incursión en el mundo de la
competición, ha llegado la hora de las carreras de mi tierra, de la montañas
que me han visto crecer y que han dado de comer a mis antepasados. Hablo de las
carreras de Fontañan y Polvoreda (para mi Correcillas, lo siento al que le
moleste). Solo podré participar en la primera ya que en la segunda, mis pasos
me llevaran a descubrir los senderos alpinos de la alta Savoia.
Fontañan
no es una gran montaña, apenas supera los 1500m pero sus pastos han dado de
comer a mi familia y la genética heredada de mi abuelo fue fraguada en sus
faldas. Es uno de mis lugares favoritos para entrenar, sobre todo cuando tocan
esas intensas jornadas en las que tienes que darlo todo en 2h. El año pasado,
un buen amigo, Roberto, decidió adentrarse en el mundo de la montaña y
organizar una gran carrera. A pesar de ser un corredor de pista, su esencia es
montañera, como buen gordonés y diseño un trazado exigente y técnico, acorde a
las posibilidades que la montaña ofrece. Esta ha sido la primera carrera que he
ganado, la primera en la que roto la cinta de meta y en la que entendí que soy
montañero y que mis pasos tenían que encaminarse a las carreras por montaña. 17km
para disfrutar de este mágico entorno de la rivera del Bernesga. Cortafuegos,
bosques, zonas técnicas con fuertes pendientes y piedras serán nuestros
compañeros en la mayor parte del circuito.
El
Polvoreda… esta montaña despertó mi espíritu aventurero. Desde el Alto la
Nevera, donde estaba situada mi antigua casa, la veía todos los días y siempre
despertó mi curiosidad. Su forma tan característica no pasaba desapercibida en
mi mente y soñaba con llegar a su punto más alto partiendo desde mi casa…cosa
que conseguí hace pocos meses en compañía de uno de mis mejores amigos, Juan
Ramón. La subida por cualquiera de sus caras es espectacular, bonita y en
algunos casos área, pero el gran Javi (el impulsor de esta carrera) escogió la
subida desde Villalfeide para realizar una carrera única y espectacular… más de
800m de desnivel nos separan de la cima una vez que se da la salida. Muy
técnica, tanto la subida como la bajada, donde los pura sangre en las bajadas
(no puedo de dejar de pensar en Chamar) marcarán la diferencia.
Todo
leones no puede dejar de correr estas dos pruebas si quieren comprender la
importancia de nuestro patrimonio natural, que es el valor más importante que
tenemos los leoneses y lo tenemos descuidado. Por otra parte la importancia que
se les da a los más peques en estas dos pruebas es de valorar, ellos son el
futuro y los que tienen que sostener y sacar a delante nuestro legado. Roberto
y Javi, os animo a seguir luchando y yo pienso apoyaros en todo, tenemos que
luchar por nuestra tierra y por dejar una herencia digna a los que vienen
detrás.
Nos
vemos en las montañas.
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